Aprende a diferenciar las infecciones respiratorias en los bebés
Conoce qué son las infecciones respiratorias, cuáles son las más comunes y algunos consejos que te ayudarán a disminuir el riesgo de que se presenten muy seguido en tu bebé. Aprende más aquí.
¿Qué son las infecciones respiratorias agudas?
Las infecciones respiratorias constituyen un grupo de enfermedades de origen infeccioso que producen afección del aparato respiratorio y tienen una duración menor a 15 días. Estas pueden ser causadas por virus, bacterias, hongos o parásitos, siendo los primeros los más comunes.
Las infecciones respiratorias agudas pueden ser de las vías altas, en donde hay compromiso de la nariz, oídos, faringe, laringe; y en menor proporción, o de vías respiratorias bajas, donde afecta la tráquea, los bronquios o los pulmones.
El impacto de las infecciones respiratorias virales depende de la capacidad del virus para causar daño y de la respuesta inmune de cada bebé para defenderse de esta infección. En la mayoría de los casos, las infecciones son leves y autolimitadas gracias a la capacidad del sistema inmune, sin embargo, algunas de ellas pueden ocasionar complicaciones y deben ser tratadas por un grupo de especialistas.
Las infecciones más frecuentes en niños menores de 5 años son:
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Rinofaringitis: Produce estornudo, congestión nasal, dolor de cabeza y garganta, tos, en ocasiones fiebre, escalofríos y disminución del apetito. Su principal síntoma es la obstrucción nasal. Es conocido como el resfriado común.
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Faringoamigdalitis aguda: Pueden aparecer alteraciones del tono de la voz, dificultad para hablar o ronquera, sensación de dolor y tos. Generalmente es causada por un virus.
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Bronquiolitis: Es una infección aguda de las vías respiratorias altas y bajas. Los bebés presentan signos de rinofaringitis, seguidos por la aparición de ruidos bronquiales debido a obstrucción de los bronquios. Ésta ocurre con mayor frecuencia en niños menores de dos años.
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Neumonía: Es una inflamación del pulmón que cursa con signos y síntomas respiratorios, acompañado de respiración rápida, fiebre y cambios en la radiografía de tórax.
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Crup o Laringotraqueitis: Se caracteriza por inflamación y obstrucción aguda de la laringe. Entre sus síntomas se encuentra la ronquera, tos disfónica o de “perro” y un ruido durante la inhalación del bebé.
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¿Cuáles son los signos de alarma qué debes tener presente si tu bebé presenta alguna de las infecciones respiratorias?
Signos de alarma para tener en cuenta y consultar:
Aumento de la frecuencia respiratoria o respiración rápida |
Presenta ruidos extraños al respirar o le silba el pecho |
Irritabilidad |
Dificultad para respirar |
Se le hunden las costillas al respirar |
No quiere comer o beber y vomita todo |
Decaimiento y somnolencia |
Dolor en el pecho al respirar o toser |
Fiebre por más de dos días |
Fiebre mayor a 38 grados que no cede con la administración de medicamentos |
Ataques o convulsiones |
Decaimiento o cansancio excesivo |
¿Cómo puedes prevenir y tratar las infecciones respiratorias?
Si tu bebé presenta una infección respiratoria se puede ver afectado su estado nutricional por varias razones: disminuye su apetito y come menos o se cansa más rápido ya sea succionando o masticando, lo cual hace que consuma cantidades más pequeñas.
Si tu bebé es menor de seis meses, debes continuar con la lactancia materna exclusiva. Además de proveer los nutrientes necesarios, la leche materna ofrece sustancias inmunológicas que ayudan a que la infección no sea más grave permitiendo que haya una recuperación más veloz.
Cuando tu bebé ya consume otros alimentos, es importante que se provean suficientes calorías y nutrientes necesarios para su recuperación. Por esto es necesario que verifiques cómo está su ingesta y ofrecerle una alimentación fraccionada, en porciones pequeñas pero con alimentos densamente calóricos y ricos en nutrientes, como son las proteínas, ácidos grasos esenciales, zinc, vitamina A, etc.
Recomendaciones para prevenir infecciones respiratorias en los bebés
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Optimizar el estado nutricional del bebé, promoviendo la lactancia materna exclusiva los seis primeros meses de vida y complementaria hasta los dos años
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Asegurar una inmunización completa
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Evitar la exposición al humo del tabaco desde la concepción hasta la infancia, reduciendo la contaminación del aire en interiores
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Evitar el contacto con personas con gripa
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Lavado de manos frecuente con agua y jabón
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Limpiar y desinfectar los objetos y las superficies que se tocan con un producto común de limpieza
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Cuando el bebé salga a cambios bruscos de temperatura, protéjelo cubriendo nariz y boca.
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