Anemia en niños: causas, síntomas y tratamientos: Guía
Aprende sobre la anemia en niños: causas, síntomas y tratamientos. Todo lo que necesitas saber para proteger la salud de tus pequeños.
Los bebés son especialmente susceptibles a la anemia durante los períodos de crecimiento, sobre todo porque aumentan de peso con más rapidez y necesitan hierro extra cuando ya se han terminado las reservas de hierro que tenían desde el vientre de mamá, tu bebé debe obtener suficiente hierro durante la lactancia y cuando comienzan con alimentos sólidos, uno de los alimentos que más se recomiendan son los cereales, ya que éstos están fortificados con hierro.
Las deficiencias de este mineral pueden ocurrir por varias razones, entre ellas la falta de hierro en la dieta y su mala absorción. Los bebés se vuelven anémicos cuando los glóbulos rojos no llevan suficiente oxígeno a los tejidos de su cuerpo, la deficiencia de hierro es la causa más común.
El cuerpo humano necesita hierro para producir hemoglobina; el pigmento rojo que lleva oxígeno en la sangre. Si tu bebé no recibe suficiente hierro, tendrá menos glóbulos rojos, y los que tiene serán más pequeños, por lo que sus tejidos corporales recibirán menos oxígeno de lo que deberían. Si tu bebé tiene anemia es probable que no te hayas dado cuenta porque la mayoría de las veces los síntomas no son visibles.
¿Qué es la anemia en niños?
La anemia es un problema común provocado por la escasez de glóbulos rojos en el cuerpo. Estos son importantes porque transportan oxígeno a los tejidos del cuerpo para que puedan funcionar correctamente.
El hierro es un mineral importante para el desarrollo de glóbulos rojos saludables. Tu bebé puede tener anemia por deficiencia de hierro y esto significa que tiene muy pocos glóbulos rojos porque no está recibiendo lo suficiente de este mineral.
La anemia por deficiencia de hierro es particularmente preocupante en los bebés, ya que se ha relacionado con dificultades con el aprendizaje y el comportamiento.
Cuando nacen los bebés, tienen suficiente hierro almacenado para sus primeros seis meses de vida. Después de eso, tienen que consumirlo a través de los alimentos para mantener sus niveles (¡para que sus cuerpos pueden seguir produciendo glóbulos rojos saludables!).
Factores de riesgo para tu bebé por falta de hierro
Aunque la anemia por falta de hierro es un padecimiento común, este no se presenta en todos los niños. Sin embargo, existen algunos factores que pueden incrementar el riesgo de presentar deficiencia de hierro y, por lo tanto, anemia por deficiencia de este nutriente. Entre estos factores se encuentran:
- Consumo de leche de vaca o cabra antes de los 12 meses de edad
- Inicio tardío de la alimentación complementaria, con un aporte de hierro insuficiente
- Consumo de fórmulas lácteas no fortificadas con hierro
- Presencia de infecciones crónicas que afectan la absorción de hierro
- Dietas pobres en hierro por falta o ausencia de alimentos ricos en hierro
- Sobrepeso u obesidad
- Exposición al plomo
Estas son las señales de alerta más comunes cuando un niño tiene anemia
- Tu bebé se ve pálido y débil
- Tu bebé siempre está cansado
- Su corazón late con más rapidez
- Tu bebé puede estar irritable y nada parece mejorar su humor
- Tu bebé no come con frecuencia y casi no vacía tus senos en cada toma
- Tu bebé tiene sus manitas, pies o la lengua inflamados
- Extremidades frías (pies y manos)
- Mareo y vértigo
- Infecciones frecuentes
- Retraso en el crecimiento y en el desarrollo
De hecho, los síntomas de anemia más comunes son cansancio y palidez. Otros síntomas pueden ser que su corazón esté latiendo más rápido de lo normal, irritabilidad, pérdida del apetito y la lengua inflamada.
Como muchos de los síntomas sólo pueden detectarse cuando la anemia es ya muy avanzada, muchos Profesionales de la Salud recomiendan llevar a cabo pruebas de deficiencia de hierro en bebés de 3 a 9 meses para asegurarse que los bebés están recibiendo el hierro suficiente sin llegar a anemia avanzada.
Mi bebé tiene uno de los signos de alarma, ¿qué puedo hacer?
Te recomendamos ir lo más pronto posible con tu Profesional de la Salud para llevar a cabo las pruebas necesarias para confirmar el diagnóstico y definir los pasos a seguir para mejorar las reservas de hierro de tu bebé.
¿Estás amamantando? ¡Cuida tu alimentación!
Como parte de una importante medida de prevención, si estás dándole pecho a tu bebé debes de mantener una dieta saludable alta en hierro, entre otras vitaminas y minerales para que tu bebé reciba todos los beneficios de estos increíbles nutrimentos. ¡Una mamá saludable es igual a un bebé feliz y saludable!
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