Los estímulos durante la primera infancia
Más de alguna vez debes haberte asombrado de lo rápido que ha crecido tu bebé.
Ese pequeñito que hace un par de meses no decía ninguna palabra, hoy está comenzando a balbucear, más tarde a gatear y luego a dar sus primeros pasos. Si bien, éste es un proceso natural, existen algunos consejos para estimularlo y ayudarlo en este camino. Pon atención.
1.- Los bebés desde que nacen son capaces de reconocer las voces de sus padres. Por ello es importante que al dirigirte a él lo llames por su nombre, repite este ejercicio hasta que mueva su cabecita siguiendo el sonido. Cuando lo logre, colócate en otro lugar y haz lo mismo hasta que te busque con su mirada.
2.- Intenta estimular su sentido del tacto, con el fin de lograr en él sensaciones diferentes y lo ayudará a ampliar su conocimiento de sí mismo y el mundo. Puedes frotar su piel con distintos tipos de telas. Enfrentarlo a diferentes olores también es una buena alternativa, como las frutas y las flores. Esta actividad permite que el cerebro forme conexiones.
3.- Con el bebé en tu regazo, siéntate frente a un espejo y comienza a mostrarle y nombrarle las partes de su cuerpo, acompañado de frases cortas, como ¿de quién es este pie? Las frases cortas ayudan al desarrollo de las aptitudes lingüísticas, mientras que las imágenes lo ayudan a relacionar la parte de su cuerpo con la palabra.
4.- Jugar al aire libre es una de las mejores actividades, ya que tu hijo experimentará miles de sensaciones y utilizará todos sus sentidos. Asimismo, nombre cada objeto que aparezca o que le llame la atención y permítele que gatee por el pasto e interactúe con la naturaleza.
Pero lo más importante, es que mientras más cariñosos sean estos estímulos, es mucho más lo que lograrás. Recuerda que las experiencias de la primera infancia marcan a tu hijo de por vida.
Fuente: Centro de estudios para la familia.
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