Siento náuseas y tengo vómitos
Las náuseas son una incomodidad muy seria: empiezan en la mañana, al despertar y siguen todo el día.
“Las náuseas son una incomodidad muy seria: empiezan en la mañana, al despertar y siguen todo el día. Estoy en el cuarto mes de mi embarazo y no hay mejoría, ¿qué es lo que me pasa?. Algunos alimentos que me encantaban, ahora me causan asco. Incluso por las mañanas, no me siento capaz de comer nada”.
El asco es un reflejo de sobrevivencia.
El aumento de las hormonas (estrógeno y progesterona) es generalmente la causa de las náuseas y vómitos durante el embarazo. Tu cuerpo necesita tiempo para adaptarse. Además, tu olfato está fuera de sí bajo el efecto de las hormonas: percibes los olores en forma más que multiplicada. Los olores de los alimentos que antes te gustaban, y aún el perfume que te encanta usar, pueden ahora producirte repulsión.
Estos cambios de la percepción olfativa son seguramente un remanente de la evolución de las especies. En los animales, los olores permiten detectar los alimentos en mal estado y tóxicos, evitando así los peligros de intoxicación. Tú no eres una excepción en el reino animal: la naturaleza te ha dado medios para preservar tu especie.
Esto es verdad, pero no es justo: todas las mujeres no reaccionan de la misma forma ante las hormonas. Las escasas afortunadas tendrán pocas y a veces ninguna náusea. Pero la mayoría de las mujeres, las enfrentarán al comienzo del embarazo; es asimismo un aviso para que sospechen estar encinta. Algunas tendrán muchas molestias debido a las náuseas, durante el primer trimestre e incluso más adelante. Esto parece depender de los niveles de hormonas que tengas y de tu sensibilidad a estas mismas. El estrés y la ansiedad también cumplen un papel en esta hipersensibilidad.
Además, en el período de adaptación a las hormonas, puede agregarse una reacción ante la hipoglicemia y la desaceleración del sistema digestivo debido a la influencia de la progesterona. Por lo tanto, no sobrellevas demasiado bien los estados de ayuno al despertar ni las comidas pesadas, ricas en grasas.
Menos mal, es posible hacer trampa.
No te desesperes, con pequeños engaños puedes procurar una disminución de las náuseas.
- Comienza el día con un desayuno rico en hidratos de carbono complejos, para ayudar a recuperar el largo ayuno de la noche, y no dudes en mimarte, acuéstate si sientes mareos.
- Distribuye tu alimentación en varias comidas durante el día: desayuno, almuerzo,comida y cena, además de una colación a media mañana (aunque en algunos países se acostumbra tener desayuno, meriasnueves, comida, onces y cena).
- Prefiere fraccionar las comidas, es decir, apúntate por las comidas más frecuentes, pero de menor volúmen. Evita los alimentos grasos, que son más difíciles de digerir, ya sea en casa o afuera.
- Come en un ambiente tranquilo y reposa por un cuarto de hora después de comer, dentro de lo posible.
- Identifica los alimentos que te provocan náuseas y evítalos durante el embarazo. Serán mayormente alimentos ácidos, algunas especias o condimentos. Mientras esperas que las náuseas tiendan a disminuir, reemplaza los alimentos que no soportas por otros que tengan el mismo valor nutricional (una taza de leche puede ser reemplazada por un yogurt). Si ya no soportas el olor de la leche caliente, trata de beberla fría, con algún saborizante, de este modo tal vez te resulte distinto.
- Finalmente, piensa en beber suficiente agua, 1,5 hasta 2 litros de agua, en especial si vomitas mucho, para evitar una deshidratación.
Pero si a pesar de estos pequeños cambios las náuseas no disminuyen, menciónaselas a tu médico tempranamente. Procura relajarte y no poner demasiada atención en estas horribles náuseas, descansa cuanto más puedas y manten distancia frente a las fuentes de estrés. No es fácil entrar de un día para otro en el cuerpo de una mujer embarazada y si tal vez tienes tendencia a actuar como "la mujer maravilla”, recuerda que lo que estás haciendo -dar la vida a un bebé- sobrepasa con mucho cualquier logro espectacular.
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