Para los bebés es difícil separarse de su mamá o papá por la noche. Abrazos, música, luz tenue y la misma rutina cada noche ayudarán a tu bebé a dormir.
Los bebés “crepusculares”, los que se agitan cuando cae la noche, agradecerán un baño en ese momento. Estarán más tranquilos y relajados antes de ir a dormir. Para que sea eficaz, el ritual debe ser siempre idéntico. Así que evita mecerlo o dar un paseo con él, ya que podría acostumbrarse demasiado y exigir ese nivel de atención todas las noches antes de acostarse. Acostar a tu bebé es la oportunidad idónea para que se vuelva independiente. Necesita aprender a quedarse dormido solo. Una mantita o el pulgar pueden desempeñar un papel reconfortante en la cama. A medida que va creciendo, es probable que tu bebé quiera hablarte de su día o pedirte que le leas un cuento. La hora de acostarse puede ser un momento mágico y especial.