Si le dejas pequeños juguetes especiales para él a su alcance, los lanzará y gritará para que alguien los recoja. Para estar segura, deberás familiarizar a tu bebé con objetos suaves como pelotas de varios tamaños, colores y texturas.
Uno de los mejores juguetes para comenzar a estimular su coordinación es el cascabel. Alrededor de los 3 meses, pásale uno que sea suave y que tenga muchos colores. De esta forma, él aprenderá a sostener un objeto y luego también a moverlo. Además se distraerá con la diversidad de colores. Al cabo de una semana cuando ya esté familiarizado con el cascabel, probablemente también podrá sacudirlo y hacerlo sonar. Podrás notar el desarrollo de tu bebé simplemente sentándote en el suelo y haciendo rodar una pelota hacia él. Al principio, puede que solamente le pegue al azar, pero acabará aprendiendo a mandarla de vuelta hacia ti. A medida que tu bebé vaya desarrollando más su coordinación, podrá hacer cosas nuevas con sus juguetes. Ya no sólo las lanzará, sino que también las recogerá, sacudirá, golpeará y pasará de una mano a otra.