5 semanas de embarazo: control de la gestación

No es visible a simple vista, pero el desarrollo del feto de 5 semanas de embarazo es rápido, con la formación de los dos hemisferios cerebrales, los dos lados de lo que será su cerebro.

Los órganos sensoriales también están emergiendo, con el contorno de los ojos y las orejas, y el esbozo de lo que será su nariz y su boca. Y su carita también. Sorprendentemente, el sistema pulmonar y digestivo también están tomando forma poco a poco. Su corazón ya se ha desarrollado lo suficiente y se ha vuelto más prominente.

Si en esta etapa te haces una ecografía, ¡verás claramente cómo late su corazón! Ahí, en el útero, este pequeño ser está empezando ya a formarse, lento pero seguro.

Consejos para el control de gestación

¿Cómo puedes tener la certeza de que realmente estás embarazada? Uno de los primeros signos clásicos de embarazo es que no te venga el periodo cuando te toca. En la semana 5, un test de embarazo podrá decirte de manera fiable si estás esperando un bebé. Pero para estar completamente segura, necesitas visitar al médico.

En la quinta semana de embarazo ya se puede programar una primera visita. No es necesario hacerla tan pronto, ya que no hay prevista ninguna prueba relevante, pero sí debe programarse para hacerse entre la semana 6 y la 9. Además, ya se puede determinar si el óvulo se ha implantado correctamente en la pared del útero. También calculará la fecha prevista del parto, ¡muy importante para planificar tu futuro!

Si ahora te hicieran una ecografía transvaginal ya sería posible ver el "saco gestacional", es decir, la bolsa de líquido que rodea al embrión, que ahora tiene muy pocos milímetros. De todas formas, esta semana todavía es muy pronto para ver al embrión. ¡Y cuanto antes, mejor! No solo porque así lo sabrás con certeza sino también porque te permitirá reducir el riesgo de complicaciones.

5 semanas de embarazo: cambios en tu cuerpo

Ahora, a las 5 semanas de embarazo, los cambios en tu cuerpo pueden ir notándose. Muchas mujeres lo sienten, incluso en esta etapa tan temprana. Puede que te notes más tensa o irritable de lo normal. Esto se debe a las alteraciones hormonales que estás sufriendo que, además de afectar a tu estado mental pueden producirte ciertos cambios físicos.

Se te pueden hinchar los pechos y algunas mujeres sienten tirantez o incluso un poco de dolor en la zona pélvica, causado por el aumento del riego sanguíneo. Todo esto es normal y forma parte del proceso.

Qué comer y qué no

Lo más probable es que ya hayas tenido náuseas. Sí, lamentablemente los mareos matutinos no se limitan a las mañanas. Por desgracia, las náuseas son también un paso necesario mientras tu cuerpo se acostumbra a todos los cambios que se están produciendo en su interior.

Puedes hacer varias cosas. La primera es que no intentes saltarte el desayuno. Te aportará los carbohidratos necesarios para empezar el día en buena forma y quizás te ayude con las náuseas. También puedes intentar repartir las comidas. Prepárate un mini tentempié a media mañana y por la tarde, además de las tres comidas.

Y no te preocupes si pierdes peso al principio del embarazo por culpa de los vómitos, es algo temporal. Una última cosa que debes recordar: bebe suficiente agua para mantenerte hidratada.