Embarazo de 39 semanas: Tips
Conoce cómo te puedes sentir, la importancia de la nutrición y los consejos para los preparativos finales antes del nacimiento.
¡Has llegado a las 39 semanas de embarazo! Este es un momento emocionante, ya que tu bebé está casi listo para nacer. A estas alturas, tu bebé ha crecido significativamente y está preparado para el mundo exterior.
Desarrollo del bebé en las 39 semanas de embarazo
Tu bebé ha alcanzado un tamaño considerable, similar al de una sandía pequeña, con una longitud de aproximadamente 50 cm y un peso de alrededor de 3.2 kg. En este punto, todos sus órganos están completamente desarrollados y funcionales, listos para trabajar de manera independiente.
La piel del bebé ha pasado de ser fina y transparente a ser más gruesa y opaca, gracias a la acumulación de grasa subcutánea. Esta grasa es crucial para ayudarle a mantener su temperatura corporal después del nacimiento. Además, el lanugo, ese vello fino que cubría su cuerpo, ha desaparecido casi por completo.
El sistema digestivo de tu bebé está preparado para su primera alimentación, y sus pulmones están listos, aunque aún no ha respirado aire, ha estado practicando movimientos respiratorios. Ya puede responder a sonidos familiares, como tu voz, y sus sentidos están lo suficientemente desarrollados para reconocer luces y sombras. Sus uñas han crecido y puede que necesiten ser cortadas poco después del nacimiento.
¿Cómo te sientes?
A las 39 semanas, es probable que sientas una mezcla de emoción y ansiedad. Tu cuerpo ha estado preparándose para el parto, y es posible que experimentes contracciones de Braxton Hicks con mayor frecuencia. Estas contracciones son irregulares y generalmente no dolorosas, pero pueden volverse más intensas a medida que se acerca el trabajo de parto.
Es normal sentir presión en la pelvis y dolor en la parte baja de la espalda. Tu abdomen ha crecido considerablemente, y es posible que encuentres difícil dormir o sentirte cómoda. Intenta descansar lo más posible y mantenerte hidratada.
Nutrición
Es importante mantener una dieta equilibrada y rica en nutrientes, ya que tu cuerpo necesita energía para el trabajo de parto y la recuperación posterior. Incluye alimentos ricos en fibra para evitar el estreñimiento y asegúrate de beber suficiente agua.
Si tienes antojos de algo dulce, opta por frutas frescas o postres hechos con ingredientes naturales. La moderación es clave, pero no te prives de esos pequeños placeres que pueden hacerte sentir mejor.
Consejos
Es probable que ya tengas todo listo para la llegada de tu bebé, pero si aún no lo has hecho, asegúrate de tener tu bolsa de hospital preparada. Habla con tu médico sobre cualquier inquietud que puedas tener y asegúrate de conocer las señales de trabajo de parto.
Si experimentas contracciones regulares, pérdida de líquido amniótico, o cualquier otro síntoma inusual, contacta a tu profesional de la salud de inmediato.
Disfruta de estos últimos momentos de tu embarazo. Pronto conocerás a tu bebé, y aunque el camino ha sido largo, la recompensa está a la vuelta de la esquina. Desde ya, eres mamá y estás a punto de comenzar una nueva y maravillosa etapa en tu vida.
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