Comienza su undécimo primer mes. Es tiempo de transición física, emocional e intelectual. Para ti, es hora de establecer las bases de su educación, incluyendo la enseñanza, los juegos y la motivación.
Jugar y aprender
• Para pasarlo bien, tu bebé está utilizando una nueva técnica: arrastrarse por todas partes ya sea de panza o sentado. ¡Qué divertido!
• Ahora, tu bebé ya puede levantar la tapa de una caja. Si es un juguete o algo completamente inofensivo, anímalo. Pero ten cuidado porque probará y abrirá cualquier caja que tenga cerca.
• Puede sostener un lápiz y hacer rallas.
• Y también puede señalar el objeto con el que desea jugar.
• En la tina o cuando lo vistes, puedes enseñarle a reconocer ciertas partes de su cuerpo. Tu bebé estará orgulloso de señalar su nariz, sus pies, su boca o su pelo.
Obediencia y osadía
• Tu bebé es capaz de obedecer una orden simple como, por ejemplo, “ven” o “toma”.
• Cuando están sentados juntos con un libro, tu bebé podrá participar pasando las páginas. ¡No hay mejor manera para empezar a inculcarle el amor por los libros! Es una etapa importante en el camino hacia su futuro: el placer por la lectura.
• Es posible que tu bebé quiera intentar dar unos pasos solito. Especialmente, si hay otros niños de su edad a su alrededor que ya han dado ese gran paso. Si lo hace, felicitalo. Pero si no lo hace, dejalo que vaya a su ritmo.
Las alegrías y las sorpresas de su educación
No siempre es fácil prohibir que tu bebé haga ciertas cosas, sobre todo si llora cuando le decís "no". Pero es algo que debés hacer; no olvides que tu bebé necesita tener límites para poder estructurar su identidad.
Capacidades alimenticias del bebé
• El bebé mastica cada vez mejor: ahora ya puede comer esos trocitos blandos con mayor facilidad.
• Su sentido del gusto se hace más refinado: es más sensible a diferentes combinaciones de sabores y le gustan platos cada vez más elaborados.
• Ya agarra objetos entre el pulgar y el índice. Por eso, es probable que agarre pedacitos de comida y los coma con los dedos.
• Y, dado que la naturaleza ha pensado en todo antes que nosotros, esta nueva destreza manual aparece justo cuando tu bebé es capaz de disfrutar de su primera galletita. ¡Qué hazaña poder sostener la galletita y alimentarse solito!